Actualidad: La Mattehi y el impuesto al combustible
Esta señora, Evelyn Matthei, la escuche en entrevista informal en la radio, donde decía que ella era una persona muy sencilla, que era muy buena onda con sus hijos, los dejaba que se desarrollaran como personas en una forma muy liberal. Por otro lado, manifestaba la rabia que le producía la desigualdad, la falta de oportunidades, la discriminación laboral por apellidos y características físicas, y el enriquecerse de mala forma y daba el ejemplo del caso Colelco y MOP.
Esta es la misma señora, amorosa, preocupada por los más pobres y necesitados, es la que propuso eliminar algunos programas sociales del gobierno para permitir la derogación del impuesto específico a los combustibles, indicando que muchos gastos fiscales son pura grasa.
Por un lado Sra. Matthei, es muy fácil hablar o criticar, como también lo hago yo, y otra muy diferente es actuar, y en esta última se ve realmente como piensan las personas.
Los programas sociales, son la forma directa de llegar a la gente en temas prioritarios y sensibles como salud, educación, vivienda, etc., a diferencia de una política economía capitalista que privilegia el movimiento del capital a través de la empresa y repartiendo los excedentes, o el chorreo, es decir un poquito para los que necesitan, lo que sobra. Bueno esto es algo a grandes rasgos, no soy economista, sólo un ciudadano más.
Pero ahí en esos programas sociales directos se debe plasmar la base para sustentar el principio de las igualdades que tanto pregonan todos y que muy poco hacen, por ejemplo en la educación, son las salas cunas y jardines de Integra, lo que permite una formación social y educacional con mas valores sociales que llega en forma directa a los sectores mas vulnerables de la sociedad en una forma muy diferente a la que existía hasta hace poco, lo que permite potenciar desde pequeños la autoestima, ser menos vulnerables a las malas juntas, a las pandillas y por sobre todo, dar la posibilidad de que estos sectores vulnerables tengan una mejor educación e insertarse a futuro en un campo laboral mas decente, ya que sus padres no tuvieron esa oportunidad y tienen escasos estudios y trabajos, oficios o “pololos” indignos, esa es la idea y seguramente sus nietos ya serán profesionales universitarios al servicio del país. Esto es sólo un ejemplo de lo que significa subsidio o programas sociales, con un propósito y un fin, en este caso nivelar la formación.
Por otro lado Sra. Matthei, que significa eliminar el impuesto específico a los combustibles. Es beneficiar al 20% más rico del país que paga la mayor parte de este impuesto. Y dale con la clase media, que es la más afectada. Que se entiende por clase media, para mi profesionales como abogados, médicos, ingenieros civiles, arquitectos, constructores civiles, obviamente parlamentarios y personeros de gobiernos de cargos políticos, etc, es decir profesionales de elite que trabajan en las empresas y estamentos de mayor prestigio y productividad, con sueldos de 2 millones de pesos para arriba, entonces que le puede afectar que suban 30 a 40 pesos la bencina, nada, que dejen de ir un día al sauna o un happy hour menos, o un viaje menos el fin de semana a sus casas de veraneo en la costa y listo. Pero el resto del pueblo, es sólo clase trabajadora, la mayaría no tiene ingresos por sobre los 400 a 500 lucas, eso no es clase media, cuando vives a medio morir saltando, pagando arriendo o dividendo, gastos básicos, alimentación, colegio, etc. Esta gente que es la mayoría y el común de los mortales que mueven el país, en su gran Santiago, andan en metro a en micrito no mas, por lo demás, a parte de la distancia, es bastante y yo diría muy cómodo en relación a provincia.
Aquí, donde yo vivo, el auto es fundamental, todos lo usamos, primero por que la locomoción colectiva es deplorable, sólo autos colectivos, a 300 pesos la tarifa y si somos 3 personas, $1.800.- diarios, no hay micros. Por otro lado están las condiciones climáticas, prefiero gastar 40 lucas al mes en bencina para trasladar a mi hijo al jardín y no que pase enfermo y después no tenga plata para su salud, pero no por eso voy a estar de acuerdo en eliminar programas sociales para derogar el impuesto al combustible.
Sra. Matthei, no sea doble estándar, no trate de aparentar y aparecer como una persona preocupada por los más necesitados, por la igualdad si a la hora de la verdad, sólo le preocupa la vilipendiada y manoseada clase media, la cual simplemente es una elite previligiada, que esta al aguaite de los todos poderosos que mueven el país, el resto, la gran mayoría sólo quiere aparentar, pero estás con la soga hasta el cuello.
Por último, la bencina está cara, claro, muy cara, pero ayúdennos a quienes realmente lo necesitamos.
Esta es la misma señora, amorosa, preocupada por los más pobres y necesitados, es la que propuso eliminar algunos programas sociales del gobierno para permitir la derogación del impuesto específico a los combustibles, indicando que muchos gastos fiscales son pura grasa.
Por un lado Sra. Matthei, es muy fácil hablar o criticar, como también lo hago yo, y otra muy diferente es actuar, y en esta última se ve realmente como piensan las personas.
Los programas sociales, son la forma directa de llegar a la gente en temas prioritarios y sensibles como salud, educación, vivienda, etc., a diferencia de una política economía capitalista que privilegia el movimiento del capital a través de la empresa y repartiendo los excedentes, o el chorreo, es decir un poquito para los que necesitan, lo que sobra. Bueno esto es algo a grandes rasgos, no soy economista, sólo un ciudadano más.
Pero ahí en esos programas sociales directos se debe plasmar la base para sustentar el principio de las igualdades que tanto pregonan todos y que muy poco hacen, por ejemplo en la educación, son las salas cunas y jardines de Integra, lo que permite una formación social y educacional con mas valores sociales que llega en forma directa a los sectores mas vulnerables de la sociedad en una forma muy diferente a la que existía hasta hace poco, lo que permite potenciar desde pequeños la autoestima, ser menos vulnerables a las malas juntas, a las pandillas y por sobre todo, dar la posibilidad de que estos sectores vulnerables tengan una mejor educación e insertarse a futuro en un campo laboral mas decente, ya que sus padres no tuvieron esa oportunidad y tienen escasos estudios y trabajos, oficios o “pololos” indignos, esa es la idea y seguramente sus nietos ya serán profesionales universitarios al servicio del país. Esto es sólo un ejemplo de lo que significa subsidio o programas sociales, con un propósito y un fin, en este caso nivelar la formación.
Por otro lado Sra. Matthei, que significa eliminar el impuesto específico a los combustibles. Es beneficiar al 20% más rico del país que paga la mayor parte de este impuesto. Y dale con la clase media, que es la más afectada. Que se entiende por clase media, para mi profesionales como abogados, médicos, ingenieros civiles, arquitectos, constructores civiles, obviamente parlamentarios y personeros de gobiernos de cargos políticos, etc, es decir profesionales de elite que trabajan en las empresas y estamentos de mayor prestigio y productividad, con sueldos de 2 millones de pesos para arriba, entonces que le puede afectar que suban 30 a 40 pesos la bencina, nada, que dejen de ir un día al sauna o un happy hour menos, o un viaje menos el fin de semana a sus casas de veraneo en la costa y listo. Pero el resto del pueblo, es sólo clase trabajadora, la mayaría no tiene ingresos por sobre los 400 a 500 lucas, eso no es clase media, cuando vives a medio morir saltando, pagando arriendo o dividendo, gastos básicos, alimentación, colegio, etc. Esta gente que es la mayoría y el común de los mortales que mueven el país, en su gran Santiago, andan en metro a en micrito no mas, por lo demás, a parte de la distancia, es bastante y yo diría muy cómodo en relación a provincia.
Aquí, donde yo vivo, el auto es fundamental, todos lo usamos, primero por que la locomoción colectiva es deplorable, sólo autos colectivos, a 300 pesos la tarifa y si somos 3 personas, $1.800.- diarios, no hay micros. Por otro lado están las condiciones climáticas, prefiero gastar 40 lucas al mes en bencina para trasladar a mi hijo al jardín y no que pase enfermo y después no tenga plata para su salud, pero no por eso voy a estar de acuerdo en eliminar programas sociales para derogar el impuesto al combustible.
Sra. Matthei, no sea doble estándar, no trate de aparentar y aparecer como una persona preocupada por los más necesitados, por la igualdad si a la hora de la verdad, sólo le preocupa la vilipendiada y manoseada clase media, la cual simplemente es una elite previligiada, que esta al aguaite de los todos poderosos que mueven el país, el resto, la gran mayoría sólo quiere aparentar, pero estás con la soga hasta el cuello.
Por último, la bencina está cara, claro, muy cara, pero ayúdennos a quienes realmente lo necesitamos.
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