Primero de Mayo: La lucha por la dignidad de los trabajadores

    Compañeras y compañeros  trabajadores de Punta Arenas, este Primero De Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, en conmemoración del movimiento obrero mundial. Donde habitualmente realizamos una jornada de reflexión y manifestar nuestras demandas de reivindicaciones sociales y laborales en favor de la clase trabajadora, en Chile y el mundo no se ha podido conmemorar en forma presencial, debido a las condiciones que nos encontramos, producto del Covid-19 que nos aqueja.

Atravesamos días difíciles, confinados debido a la pandemia de covid-19 que está afectando a la salud de las personas en todo el mundo. Pero, peor aún, ha calado profundo en la dignidad y en el bienestar laboral y social de las trabajadoras y trabajadores y de sus familias.

Esta pandemia ha dejado en evidencia, una vez más, la inestabilidad, precarización, abusos y falta de derechos laborales, por los que atraviesan los trabajadores, producto del modelo neoliberal con que se sostiene el sistema económico del país. 

Hemos visto con indignación como empresas constructoras de la ciudad, que se han hecho millonarias a costa de obras licitadas por el estado, en estos últimos de 30 años, han despedido sin contemplación a sus trabajadores, su principal fuente generadora de sus riquezas. Dejándolos en el más absoluto abandono, esas mismas empresas que se jactan de tener responsabilidad social. Y así una seguidilla de despidos, en las empresas especialistas en ventas minoristas y al detalle (llamadas retail), líneas aéreas, transnacionales, etc. Todo lo anterior, avalados por el Estado y en particular por este Gobierno, que ha vulnerado los derechos de los trabajadores. Legislado para favorecer mayoritariamente a los empresarios, defendiendo sus intereses económicos y en desmedro de los trabajadores y personas en general. Entregándole a éstos, sólo subsidios ínfimos y dejando al mercado que regule la crisis, a través del endeudamiento, empobreciendo aún más a la clase trabajadora.

Hoy, en pleno siglo 21, más que nunca está vigente la lucha de clase. Cuando hemos visto que el Gobierno privilegia el criterio económico por sobre la vida de las personas, cuando se permite que las grandes empresas despidan sin contemplación a sus trabajadores, cuando vemos el drama de la pobreza y la miseria a la que nos está llevando esta pandemia, entonces estamos llegando al límite de una persona a ser tratada como ser humano. Y por ende, a un fracaso total de este sistema económico imperante, el cual, no entrega ningún tipo de solidaridad, ni de derechos a sus ciudadanos.

Por eso, en esta conmemoración, en las circunstancia que atravesamos, mi llamado es, primero a la solidaridad, entre nosotros los trabajadores. Cuando el Estado nos da la espalda, el pueblo debemos apoyarnos y  ayudarnos.

Para luego, unirnos y luchar para terminar con este sistema neoliberal que nos está asfixiando. Esta crisis no la podemos pagar los trabajadores.

Fuerza y unidad, compañeras y compañeros!

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