Análisis político Elecciones Municipales 2016

Las recién pasadas elecciones municipales arrojaron una dura derrota a nuestro conglomerado  Nueva Mayoría y de paso una derrota política muy fuerte para el Gobierno. Pero además, existiendo una alta abstención electoral cercana al 70%, representa un fracaso electoral del sistema de partidos que terminan con una mínima representación popular.

Creo que se ha fracasado en la forma de hacer política, ésta no está llegando con su mensaje a la gente, la ciudadanía no se siente representada por los partidos y lo que ofrecen en relación a sus demandas, sobre todo, sociales, existe una desconexión total de lo que el ciudadano quiere y lo que los partidos plantean.

Por otro lado, no existe credibilidad, no se le cree a los políticos, hay un descrédito que parte con la corrupción que mayoritariamente afectó a la derecha y específicamente a la UDI, pero que curiosamente fue nuevamente el partido más votado, lo que podría explicarse producto que la derecha vota en forma alineada y pragmática por sus candidatos sin importar quienes sean, ya que francamente no tienen escrúpulos, ni principios; pero la ciudadanía no perdona que políticos de izquierda involucrados en actos de corrupción, generados por aportes de empresarios de ultra derecha, algunos recibiendo dineros de SQM del mismo yerno de Pinochet y con claro afán de manipular a legisladores y autoridades políticas recibiendo coimas a cambio de leyes que vayan en directo beneficio, sus partidos políticos no le pasen la cuenta y sean incapaces de sancionarlos duramente, expulsarlos  y ven como continúan siendo candidatos, o militantes mandatados de sus partidos, lo cual, fue castigado por los electores, lo que se ve reflejado, sobre todo, en la votación del PPD. Si a lo anterior, le agregamos que la Presidenta Bachelet llegó al poder con una promesa de campaña de terminar de una vez por todas con las tremendas desigualdades sociales que nos afectan como sociedad, prometiendo reformas  estructurales y éstas no se han producido en la forma esperada y es más, se ha generado una sensación contraria, con actos de corrupción, que inclusive afectan a familiares directos, errores de gestión garrafales y falta de manejo político impresentable, ha terminado con la credibilidad que su persona tenía, arrastrando a todo el sector a la debacle política que se encuentra.

Creo que éste es uno de los factores del por qué casi 10 millones de personas no votaron aumentando la abstención, no se sienten representadas por los políticos y además aquellos de centro izquierda se siente defraudados de la Nueva Mayoría, no les interesa participar de un sistema que no tiene credibilidad,  no cumple lo que promete y es incapaz de eliminar la corrupción.

Además, una vez más la Nueva Mayoría no ha sabido responder a la crisis política que está pasando, en primer lugar, existiendo cero autocrítica y luego, parece impresentable que a una semana de una derrota estrepitosa ningún político a nivel nacional, regional o comunal se haya hecho cargo  y responsabilice de la derrota, no haya renunciado, es preocupante y vergonzoso que se haga como que nada ha pasado.

Personalmente creo se debe volver a tomar las corrientes ideológicas de las luchas sociales, las demandas ciudadanas, las necesidades reales de la gente y aunar voluntades para generar nuevas propuestas e ideas cuyo objetivo sea el bien común y el servicio al desarrollo de la sociedad con un real compromiso, integridad y probidad en busca de las soluciones, más sentido común y menos cuotas de poder partidistas. Terminar de una vez por todas con las malas prácticas que han transformado al Estado en una verdadera agencia de empleos para los partidos políticos, con funcionarios del gobierno de turno cuyo único objetivo son sus intereses personales, para  acomodarse y tener buenos ingresos económicos, dejando absolutamente de lado el servicio público, el compromiso y convicción de trabajar para resolver los problemas de la gente a través de las políticas públicas enmarcadas en los programas de gobierno, no teniendo lealtad, ni compromiso con éste. 

El desgaste es evidente y claramente la Nueva Mayoría como coalición está derrotada, desprestigiada, sin credibilidad, sin popularidad en el gobierno, ni apoyo ciudadano, sin liderazgo, muy fraccionada y sin expectativas de triunfo, creo que es hora de reinventarse y tomar decisiones respecto a conformar un nuevo referente político más ciudadano, más social y más de izquierda y movilizar al voto de anti derecha que es fundamentar para ganar las presidenciales; de lo contrario, a mi criterio, visualizaremos el mismo escenario del 2009, donde con peleas internas, división, traición, caudillismo por cuotas de poder tratando de salvar electoralmente a determinados políticos y no pensando en la colectividad terminará nuevamente por entregar en forma fácil el gobierno  a la derecha con un voto de castigo o abstención y tendremos  al nefasto de Piñera de Presidente, de la misma forma que hoy tenemos a Radonich de Alcalde, habiendo realizado un gobierno populista desastroso, lleno de fallas de gestión, sin ninguna política pública que haya transcendido, con corrupción y medio gabinete procesado, pero que hoy ya nadie se acuerda. Y los únicos culpables y responsables de este escenario es la oligarquía añeja de los grupos de poder al interior de los partidos de nuestro sector, de los políticos de siempre, que velan más por sus intereses personales que por un sentido de país.



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